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De empleado a emprendedor: ¿cómo hacer la transición con éxito?

Pareja emprende en el área textil: revisan muestras de tela.

Cambiar el chip de empleado a emprendedor es algo que quizás no se logra de la noche a la mañana. Son muchos años bajo un ciclo laboral y cuando se despierta ese deseo de emprender, surgen dudas muy comunes: ¿Será que es una decisión acertada? ¿Tendré éxito o será un fracaso? Es una transición que debes planificar muy bien.

Sabemos lo difícil que es dar el primer paso hacia la emancipación financiera, pero cuando las ganas de emprender se vuelven una prioridad es hora de hacerle caso a ese impulso. Eso sí, hay varias cosas que debes tener en cuenta antes de dar ese paso: medir la rentabilidad de tu propuesta, ver con qué recursos cuentas, evaluar el mercado, etc.

¿Te identificas con esta historia? ¡Te mostramos más a continuación!

Planificación y voluntad: Despéjate de las vacilaciones

Como mencionamos anteriormente, es difícil cambiar el mindset de la noche a la mañana cuando dejas atrás la estabilidad económica o seguridad social que te pueda dar un puesto de trabajo, pero tampoco es un reto imposible de superar, menos si tienes una voluntad inquebrantable para salir adelante.

Es posible que hasta hace poco tu rutina fuera totalmente predecible, iniciando con levantarte muy temprano, trasladarte al trabajo y cumplir de forma estricta con todas tus asignaciones. Por ello, el hecho que rompieras ese círculo habla mucho del compromiso y responsabilidad que tienes contigo y la voluntad de construir tu futuro.

La transición de empleado a emprendedor debe ser planificada muy bien. No es viable abandonar el trabajo sin una agenda trazada, debes tener un plan sólido y bien pensado. Además, debes validarlo y hacer una investigación profunda para que identifiques tu propuesta de valor y establezcas un presupuesto adaptado a la realidad.

Los otros puntos de los mostramos a continuación:

De empleado a emprendedor: 6 claves

De empleado a emprendedor: mujer en su nuevo escritorio de emprendedora

#1 Ya no eres subalterno

Una de las cosas más difíciles durante el cambio de empleado a emprendedor es olvidarse de que ya no tienes que rendirle cuentas a un jefe, sino que ahora tú serás el que tome las decisiones. ¡Procura tomar las mejores decisiones!

Pese a que ahora llevas las riendas de tu propio proyecto comercial, no dejes que los humos se te suban a la cabeza. La soberbia y el autoritarismo laboral son los puntos de quiebre de cualquier compañía.

Así que no olvides de dónde vienes y procura conducirte con mucha inteligencia para que mantengas a tus empleados motivados y, por supuesto, también a tus clientes. Valora siempre sus opiniones –aunque algunas no te gusten– y brinda un trato respetuoso.

#2 Ser jefe no implica laborar menos

No creas que porque diste el paso de empleado a emprendedor la carga de trabajo disminuirá, al contrario, irá en aumento a razón de que un negocio no se maneja por sí solo. Los ingresos no van a caer del cielo y los clientes no aparecerán por arte de magia.

Tienes que asimilar la idea de que los horarios de salida quizás cambien y probablemente tengas que trabajar en los días feriados. Eso es normal cuando estamos iniciando un negocio y queremos ver mayor eficiencia.

Ve a tu empresa como a un bebé recién nacido, el cual necesitas alimentar, cuidar y vigilar para que se mantenga saludable. Lo mismo aplica con tu emprendimiento, al momento que lo descuidas empezará decaer y las consecuencias pueden ser irreversibles.

En conclusión, la disciplina y la constancia que tengas hacia ti mismo es lo que le permitirá a tu empresa destacar en el mercado.

#3 Monitorea cada proceso de inicio a fin

Ser alguien multifacético y autosuficiente es otra de las cualidades que debe tener alguien que desee pasar de empleado a emprendedor. Es inevitable que no cuentes con el suficiente personal cuando tu negocio está en pañales.

En esta primera etapa del negocio no cuentas quizás con los recursos suficientes para hacer contrataciones masivas, lo que te obliga a atender varias áreas a la vez y monitorear cada proceso de tu negocio. ¿Esto es malo? Para nada, puedes verlo como un entrenamiento para crecer personal y profesionalmente.

Si llegas a un punto en el que te ves en la necesidad de aprender cosas nuevas, haz cursos y talleres para que te capacites en el área de marketing y de administración de empresas, algunos de ellos los encontrarás de manera gratuita en Google.

La suma de conocimientos y habilidades te pueden servir en el futuro. 

#4 Canaliza costos                                                                     

Otra de las recomendaciones que debes tomar en cuenta al momento de pasar de empleado a emprendedor es que canalices bien tu presupuesto. Tienes que escatimar en costos y tantear cuál es el área que necesita de mayor atención para que pueda operar al 100%.

Por ejemplo, estás iniciando una panadería en una locación bastante pequeña y solo cuentas con 2 o 3 mesas para que los clientes se puedan sentar, no obstante, el horno donde se hace el pan dejó de funcionar o simplemente se acabó la harina. ¿Cuál es la prioridad en ese momento? Pues obviamente el foco recae en mi principal fuente de ingresos, que es la producción de pan. Hay que mitigar cualquier problemática que amenaza con frenar esa operatividad.

¿Y qué pasa cuando generas ingresos? La idea no es que te gastes ese dinero en restaurantes caros o en otro tipo de banalidades, sino que lo sigas invirtiendo en tu negocio para conseguir un mejor local, comprar equipos nuevos, renovar el inventario, etc.

#5 Elige al personal más comprometido

Puede parecer un cliché, pero lo cierto es que al momento de pasar de empleado a emprendedor tienes que agilizar tu sexto sentido y elegir con sabiduría a las personas que son dignas o no de tu confianza.

Tienes que aprender a decir que no ante propuestas de dudosa procedencia y saber diferenciar el rol de jefe del rol de amigo. ¡Ojo! El decir “no”, no implica que tengas que ser descortés o pedante con tu equipo de trabajo, sino más bien precavido. 

Valora mucho al empleado que es comprometido con su trabajo, tiene química en equipo, no es mezquino compartiendo sus conocimientos y destaca por su experiencia previa y habilidades técnicas y blandas.

Fíjate en aquella vendedora que es simpática con los clientes y dado a su buena voluntad muchos de estos consumidores vuelven a la tienda, también en las personas de mantenimiento que dejan reluciente cada área de tu negocio. Rodéate de personas que tengan compromiso y se sientan tranquilos contigo.

#6 Crea un fondo administrativo

Como última sugerencia que te damos a tu transición de empleado a emprendedor es que crees un fondo empresarial. ¿Para qué? Bueno, ante imprevistos a corto plazo, como la avería de una máquina, estos ahorros te permitirán suplir y enmendar cualquier necesidad que se presente a puertas cerradas.

Por otra parte, un fondo empresarial te permitirá consagrar tu proyecto en todo lo alto, ¿En qué sentido? Que estos fondos sirvan para incentivar a tus empleados a seguir dando el 100%, bien sea en un aumento colectivo, pago de vacaciones, utilidades y aguinaldos.

Además, esta idea te puede ayudar a largo plazo con la creación de un seguro médico para tus empleados o la expansión de tu negocio.

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