Emprendedores peruanos que empezaron desde 0: 3 historias
Perú se ha convertido en los últimos años en uno de los países latinoamericanos con mayor atractivo para generar nuevas startups, inversiones y proyectos digitales innovadores. Contarte esto sin hablarte de su gente no es posible, emprendedores peruanos que empezaron desde 0 con constancia, resiliencia y visión de un futuro exitoso.
Gracias a su empeño, hoy en día son referentes y fuente de inspiración para todo aquel que desee aventurarse a emprender en suelo peruano. Traemos para ti 3 historias de éxito realmente inspiradoras:
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Hermanos Torvisco – Grupo Anypsa
Alejandro, Nemecio y Prudencio son tres hermanos que se unieron para trabajar con una visión de crecimiento que no se detiene porque hoy en día siguen expandiéndose con miras a internacionalizarse. Ellos son el ejemplo perfecto de emprendedores peruanos que empezaron desde 0, siendo aún adolescentes trabajaban para llevar el sustento del día a día a su casa y supieron aprender en el rubro de las pinturas para luego formar su propio negocio.
Todo empezó cuando Alejandro llevó a Nemecio (el menor de los 3) a trabajar con él en una fábrica de pinturas. Hasta ese momento el joven de 14 años se dedicaba a vender golosinas en la calle y a la carpintería. Con menos de 20 años, ambos jóvenes aprendieron cómo funcionaba el negocio de la producción de pinturas. Entonces Prudencio se les unió para empezar su camino como emprendedores peruanos bajo el nombre de A, N y P por sus iniciales (más tarde Anypsa).
Su primer centro de producción no sobrepasaba los 100m2, se ubicaba en Santa Anita y allí utilizaban una olla para mezclar las pinturas y un motor eléctrico. Repartían los pedidos en bicicletas. Atravesaron algunas estafas en su camino, pero se mantuvieron haciendo clientes entre los ferreteros de manera que pronto vieron crecer sus ventas. Se mudaron a un local más grande y adquirieron un camión de reparto.
Actualmente, la planta de 65 mil m2 se encuentra en Carabayllo, cuenta con más de 600 trabajadores, 34 camiones de reparto y un patrimonio de 35 millones de dólares. De hecho, es la segunda del mercado de pinturas en Perú y factura S/240 millones al año. Como emprendedores peruanos han diversificado sus negocios incursionando en el negocio de bebidas y envases especiales.
Víctor Hugo Montalvo – Franquicia de salones de belleza
Siendo aún un niño de 11 años, Víctor Hugo Montalvo se vio obligado a dejar su ciudad natal Áncash y trabajar en una empresa de venta de plásticos. Luego viajó a Lima en donde comercializaba sus productos como vendedor ambulante y, aunque no pudo estudiar mientras trabajaba, tenía la firme meta de construir su propia tienda. Así es que con esfuerzo y constancia abrió un puesto dedicado al rubro de plásticos en el mercado de Magdalena. Sin embargo, se sentía atraído por el negocio de la peluquería que veía todo el tiempo lleno de clientes.
Montalvo se atrevió a abrir una peluquería al lado de su negocio sin saber nada del mundo de la belleza, por lo que en menos de un año cerró. Tuvo que atravesar fracasos y desavenencias antes de alcanzar el éxito.
Hasta que en un viaje que hizo en 2001 a Chile –en busca de moldes de plásticos– participó en una feria de belleza donde conoció las nuevas tendencias de maquillaje, moda y belleza. Así que dejó a un lado la idea de la fábrica de plásticos y se enfocó de lleno en abrir un nuevo salón con innovadores conceptos de belleza y servicio.
Actualmente cuenta con más de 55 sedes en todo el país, algunas propias, otras franquicias, (sus ocho hermanos son socios de algunos locales). Generan empleo a 1.100 trabajadores y han abierto cinco centros de formación. Montalvo tiene una visión de ampliación internacional y desea llegar a Colombia y Panamá.
Isaac Lindley – Inka Kola
Una de las historias de emprendedores peruanos que no podemos pasar por alto es la de Isaac Lindley, el menor de los hijos de una familia que asumió la compañía Inca Kola tras la muerte de sus hermanos. La idea de la compañía era crear una bebida a base de hierbaluisa (Aloysia citrodora), también conocida como verbena de Indias, que se posicionara como una gaseosa con “sabor nacional”.
Fue Joseph Robinson Lindley quien fundó en 1910 una empresa de bebidas gasificadas que precedió a Inca Kola. En esta primera fábrica, Isaac trabajó desde los 8 años lavando botellas.
Su padre murió en 1932, dejando la empresa a sus hijos, pasando a llamarse Inca Kola en 1935. Pero cada uno de los hermanos fallecieron, José en 1936, Antonio al año siguiente, Alfredo en 1939 y Nicolás en 1945. Es entonces que con 41 años Isaac asumió la dirección de la empresa familiar.
La empresa tuvo que sobreponerse a varios intentos fallidos en cuanto al sabor del refresco hasta consolidarse no solo en el mercado nacional del Perú, sino en el internacional.
Uno de los secretos de este emprendedor peruano fue aliarse a través de franquicias para poder dar impulso a la bebida en todo el país. Fue así como hizo alianzas con empresas como Panizo en Ica, Martorell en Tacna, Casinelli en Trujillo-Piura, Siu en Cusco y Arequipa Higushi en la selva central y Moquegua.
Otro punto importante del éxito fue invertir en lo último de tecnología, trayendo la primera máquina automática que embotellaba 36 unidades por minuto y diseñando la botella con la marca Inca Kola en alto relieve.
Una propuesta innovadora
El trabajo de marketing fue decisivo, la frase publicitaria pegajosa: “Inca Kola sólo hay una y no se parece a ninguna” fue calando en el mercado y en las mesas de los peruanos. La empresa comenzó a auspiciar programas televisivos y obras teatrales.
Otro punto digno de mencionar es el enfoque empresarial centrado en el bienestar de sus empleados de Inca Kola. Isaac era un empresario con un gran corazón, se interesaba por conocer a sus empleados, conversar con ellos en la planta y hasta visitarlos al hospital si se enfermaban.
Actualmente, la bebida gaseosa más vendida del Perú es Inca Kola con un dominio del 26% del mercado por encima de Coca Cola, que la sigue con 25%. Tal es así la preponderancia de Inca Kola en el mercado de Perú, que en la década de los 80 la Universidad de Harvard reconoció el éxito de la bebida por encima del gigante Coca Cola y era parte del plan de estudio para los alumnos de la carrera administración de negocios en los años 90.
Isaac Lindley murió en 1989, dejando su legado en manos de su hijo John. Diez años después la Coca-Cola, no pudiendo superar a Inca Kola en Perú, compró el 49% de las acciones por USD 200 millones para comercializarla fuera de la nación.
¿Qué tienen en común estos emprendedores peruanos?
El éxito de estos emprendedores peruanos estuvo signado por el trabajo constante, el no rendirse ante los fracasos, el innovar en el rubro implementando las últimas tendencias tecnológicas.
Estos peruanos emprendedores han dejado el nombre del país inca en alto, primero expandiéndose en la nación para luego abrirse paso en el mercado internacional.
Si has leído hasta acá, seguro tienes una idea para emprender. Atrévete a empezar sin demora como lo hicieron otros emprendedores peruanos que empezaron desde cero, y apóyate en herramientas digitales innovadoras como Whaticket, un CRM todo en uno que te ayudará a incrementar las conversiones.